Álora vivió ayer, 8 de septiembre, una de sus jornadas más emotivas y esperadas del año: la festividad de la Virgen de Flores, Patrona del municipio. Como cada año, el pueblo se volcó con devoción y orgullo en los actos litúrgicos y en la tradicional procesión de la Virgen por las calles del municipio, que reunió a cientos de vecinos, vecinas y devotos.
La jornada comenzó con la solemne misa en honor a la Virgen de Flores, celebrada en la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación y presidida por el párroco de Álora, Felipe M. Gallego Casco. La ceremonia religiosa contó con la participación del coro Los Amigos de Tomás.
Tras la eucaristía, tuvo lugar el esperado recorrido procesional, en el que la imagen de la Patrona fue portada con gran respeto y devoción, acompañada por su Hermana Mayor, Marilina Cruzado, el alcalde de Álora, Francisco Martínez Subres, el párroco, el teniente de la Guardia Civil, José Manuel Subires, miembros de la Corporación Municipal, y representantes de las distintas Hermandades de pasión y gloria de Álora. Todos ellos formaron parte del cortejo que rindió homenaje a la Virgen en su día grande.
Durante la procesión, la Banda Municipal de Música de Álora acompañó el recorrido con marchas procesionales que emocionaron a los asistentes, poniendo banda sonora a una tarde cargada de tradición, fe y sentimiento popular.
Vecinos, vecinas y visitantes se agolparon en las calles engalanadas, ofreciendo flores, vítores y plegarias al paso de la Virgen, en una manifestación de fervor que refuerza cada año el vínculo entre Álora y su Patrona. Con esta celebración, Álora volvió a mostrar su arraigo a sus tradiciones religiosas y culturales, honrando a la Virgen de Flores con pasión y respeto.